Todo comenzó a las 12:00 del mediodía del sábado, estaba muy nervioso y tenía mucho miedo, me enfrentaba a algo desconocido para mi. Sin pensármelo dos veces me sumergí en las aguas del pantano y comencé a nadar. Detrás de mí vino Peio Ormazabal, nadador de aguas abiertas que se presto a nadar a mi lado y acompañarme en estas primeras horas.
Poco a poco fueron pasando los minutos, la primera hora se hizo un poco larga hasta que fui calentando, muy bien asesorado por Peio cada media hora hacíamos una pequeña parada para hidratarnos y comer algo. El peor momento fue entre la quinta y la sexta hora, el desgaste sicológico pasaba factura y me dolían los tendones de la mano izquierda, entonces hice caso de unos consejos del amigo Peio y poco a poco fui superando ese pequeño bache. Después de completar 21 kilómetros salía del agua con un gran subidon, había vencido la parte que mas miedo me daba del reto y con muy buenas sensaciones. La salida del agua fue impresionante, había muchísimo público en el embarcadero aplaudiéndome. Al salir del agua cambie de ropa y comí un buen plato de espaguetis, seguidamente acompañado por Miguel en los primeros 20 kilómetros fui camino de Mendigorria, después continúe con ligero viento en contra hacia Tafalla, al paso por Tafalla entro la noche que me acompañaría las siguientes seis horas por la Ribera Navarra. Bien escoltado por la furgoneta del equipo de apoyo fueron pasando las horas hasta completar las ocho horas y 203 kilómetros. No marche demasiado cómodo, mis brazos y mis hombros estaban muy resentidos de la natación y tenia muchas molestias al agarrar el manillar.
La ultima transición la hice en casa a eso de las 5:00 de la madrugada, comí algo sólido y comencé con el ultimo bloque de carrera a pie acompañado de José Luis de Burgos, juntos con mas pena que gloria dimos unas vueltas por la zona de la Ciudad Deportiva esperando a que amaneciera, el ritmo era muy lento, estaba muy cansado y tenia mucho sueño, fueron unas horas muy difíciles de superar. Ya camino de Pueyo y esperando a que saliera el sol me dormía de pie, no podía correr y caminaba, en un par de ocasiones el amigo José Luis me agarro para no salirme del camino. Al paso por Pueyo me fui recuperando y comencé de nuevo a correr, a ritmo lento fuimos haciendo camino. Al paso por Solchaga se unirían Josu Pagola y Jokin Aldaz que estuvieron corriendo a mi lado las siguientes tres horas. Cada vez el final estaba mas cerca y comenzaba a saborear la victoria. La última media hora se unirían un par de corredores de Unzue. A las 13:25 enfilábamos la última subida hacia Unzue donde me esperaban un grupo de niños que se unirían para hacer los últimos metros a mi lado.
La llegada fue espectacular, todo el pueblo animando y volcado, cohetes, la charanga, algo muy bonito para poner punto final a un gran reto.
Al final decidí variar un poco esas 24 horas y prolongarlas hasta las 25 horas y media, quería darle más valor y que las ocho horas de cada disciplina serian más reales y no contar así las lentas transiciones de una prueba de este tipo. Logrando así 21 kilómetros a nado, 203 kilómetros en bici y 61,4 kilómetros corriendo.
Ha sido una de las mayores satisfacciones deportivas de estos últimos años, ha merecido la pena tantas horas de entrenamiento, esfuerzo y sacrificio.
Con este reto he dado un paso mas en mi carrera deportiva, he experimentado sensaciones nuevas, aprendiendo a sufrir y trabajando la capacidad sicológica.
Agradecer el apoyo de Peio Ormazabal, fue de gran ayuda su compañía para terminar con éxito esas primeras ocho horas, también ese pedazo de equipo con José Luis de Burgos, Javier Ongay, Juantxo Pagola, Atilano y Txema Sesma que velaron por mi y estuvieron en todo momento a mi lado para que todo saliera bien.
También me gustaría agradecer su hospitalidad al Camping de Aritzaleku, a la escuela Navarra de Vela y a todos los voluntarios que nos apoyaron con la embarcación a pedales para el avituallamiento.
Por ultimo agradecer el apoyo de mi mujer Ivana y de toda la gente de GERNA, me he sentido muy apoyado y querido, sin olvidar al pueblo de Unzue, ese recibimiento y ese cariño no lo olvidare nunca.
Hoy marcho unos días de vacaciones con la familia a Asturias, allí pasaremos las dos próximas semanas, disfrutando de la familia, los amigos y cambiando de escenarios para mis entrenos.
Los números en el agua
Los números en bici
Los números corriendo
Foto de salida con el apoyo de GERNA
Mucha gente animando en la salida
Allá vamos
Muy bien asistidos en el agua
Agua tranquila
Salida del agua
Un abrazo con Peio
Celebrando esas primeras ocho horas
El gran Juantxo tomando planos
Mucha oscuridad y soledad para las horas de bici
Amaneciendo camino de la Valdorba
Calor para las ultimas horas
Acompañado de Josu y Jokin
Al fondo la Peña Unzue
Con el amigo Ati
Últimos metros

Llegada

Al fin

Caluroso recibimiento

Gran apoyo de GERNA

Gran equipo de apoyo

Celebrando el triunfo